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AVtibMJME.-ilóóPE1'AéliÓN.1\1ÍsíoNERA. ritu Dei eiicio daemonia" (13). El Espíritu Santo le inun:.. dó de alegría cuando los discípulos volvieron de predi– car y le contaron las maravillas que habían obrado: "in ipsa l10ra exultavti Spiritu Sanclo" (14). Jesús fu~ la Víctima ofrecida por el Espíritu Santo al Eterno Pad.re para nuestra redención. Qui per Spiritum Sanctum se'– meUpsum obtulit immaculatum Deo (15). Jesús, predi– cando en la, sinagoga de Nazaret, se aplica a sí mismo l,as palabras g.el Profeta Isaías: ''.El Espíritu del Señor sobre mí, por cuanto me ungió; para evangelizar a los pobres me ha enviado, para pregonar a los cautivos .re– misión, ya los ciegos, ,la vista; para enviar con libertad a los oprimidos; para pregonar un año de gracia del Se.,. ñor" (16). Este pasaje es mesiánico y caracteriza la obra del Mesías. Luego, fundados en los testimonios aducidos, pode– mos afirmar que .el Espíritu Santo nos ha dado al Hom– bre-Dios, al Redentor de la humanidad, al Misionero en– yiado por el Padre Eterno para salvar a todos. Sublime paradoja: Jesús, as~ vez, ~os da el Espíritu Sanfo.:c_Jesús ruega al Padre que nos envíe el Espiritu Santo, Paráclito o Abogado, "Egó rogabo Patrem, et a.Iiµm Paraclitum dabitvobis" (17). Jesús, realizada su obra, cumplida su' misión, ·consumadas todas las cosas, era necesario que se fuera, . a fin de enviarnos al Con– solador. ''Si ego non abiero, Paraelitus non veniet" (18). ,El 'Espíritu San fo no había sido aún clado, porque (1 3) Luc., X, 21. (14) Ibíd. (15) Ilebr., IX. 14. (16) Luc., IV, 18-19. (17) Jowzn., XIV, 16. (18) Joann., XVI, 7, 3