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, AYübADM:tt.....:...COOPEflACIÓN MISióN'mtA rra. La obra misionera es la fundación de la Iglesia ví– sible en todo el mundo para que ·todos puedan gozar de los frutos de la Redención universal del Salvador ·envia– do por el Padre. Todos los que se dedican a la propaganda oral o es– crita es necesario que posean bien los principios teoló– gicos y que sepan aplicarlos a los muchos problemas mi– sioneros que cada día se van presentando en nuevas for– mas, por las exigencias y coridiéioiles de los tiempos. Escribe el P. Loffeld: "Antes de todo, para suscitar, fecundar y amplificar el espíritu misionero es neces~rio el .regreso· a :la teología, de las 'misiones. Para levantar el espíritu de la masa es necesario :levantar el de las élites; para esto nunca bastará recurrir sólo a los sentin1ie11tos, . es necesaria una base más sólida. Esta base sola ga,ran– tizará una caridad que no pasa, un espíritu verdadera– mente catól;ico, libre ;de particularismos, un empuje a la oración ardiente y constante, a la protección de .las vocaciones, a la ayuda material, intelectual u otras que correspondan a las necesidades varias de las misiones. El espíritu ci-istiano debe ser ilustrado por fas conside:.. raciones <le órdcn teoló,gico, sobre todo por la depen– dencia '.de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, sobre la ilecesidad de la incorporación a la Iglesia, sobre la necesidad de enriquecerse espiritualmente, de forti– fiCarse y de renovarse por la aportación de todos los va– lores humanos, por la actuación de todos los poderes es- pirituales" (2). · (2) .Le probleme cal'dinal de la MiiSsfologie et des . Jfissíons Ca– tlwliques, pág. 22. 'Stókweg (Hofanda), 1956.