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}Só i:>R. P. PÍO M." [)É MONDREGANÉS, ó. F. :M. CAP. LucA, R., Compiti Missionari del laicato, Parma, 1947. MANNA, P., Conversión del mundo infiel, págs. 255 y sigs. MONDREGANES, P., o. F. M. CAP., El movimiento misionológico en la actualidad, págs. 22-23, Asís, 1934. MONNES, P., S. J., Los estudiantes y las misiones, Burgos, 192-i. El problema misionero de la Iglesia y los estudiantes (C. M. D. E.) Vitoria, 1945. Jóvenes: id y encended el mundo SANTA ANA, A.; Los jóvenes y los niños en la obra de las misio– nes de infieles, Bilbao, 1918. Los jóvenes, más todavía que los niños, necesitan ins– truirse y empaparse en el espíritu misional. Hoy el mun– do se abre ante los ojos de la juventud católica pletó– rico de esperanzas, y ,las grandes ideas redentoras de Jesús deben vibrar en sus ardientes corazones, llenos de virilidad y valentía. Ellos deben ser los soldados más decididos y audaces de este santo ejército misional. Los ideales misioneros en los jóvenes de ambos se·• xos, principalmente estudiantes de Colegios, Academias, Institutos, Universidades, son fermento de vida y me– dios de educación. Pero lastimosamente son pocos los jóvenes estudiantes que conocen los problemas misio– nales; por esto es necesario instruirlos, organizarlos, asociarlos y federarlos. Esto han hecho los protestantes en Inglaterra y Es– tados Unidos, logrando reclutar un ejército de estudian– tes voluntarios que se ha extendido por los países dt.: Oriente como misioneros activos, haciendo propagan<la, fundando escuelas, hospitales, orfanotrofios, etc. (3). (3) Cfr. MANNA, P., Conversión del mundo infiel, pág. 255; MON– DR'EGANES, P., El movimiento misionológico en la actualid.ad, pági– nas 22-23; Asís, 1934.