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A.YUDADME.-COOPEUACT,ÓN MISIONERA 175 además, con la presente Encíclica, dirigir nuestra pa– labra y nuestra exhortación no sólo al Clero, sino tam– bién a aquellos seglares que con razón grande y ánimo voluntarioso (6) militan, en las filas de la Acción Cató– lica en territorios de misión... Recomendamos vivamente las Asociaciones católicas masculinas y femeninas, los círculos de estudiantes, obreros, deportivos y otras .unio– nes de este género que puedan llamarse las fuerzas au– xiliares de los misioneros. Al constituirlos y promoverlos téngase en cuenta más la virtud y el celo que el nú– mero" (7). , En el mensaje al pueblo chino recuerda el Sumo Pontífice Pío XI que la. organización y desarrollo de la Acción Católica es como la integración de la obra evan– gelizadora, a fin de que los fieles católicos de uno y otro sexo, y especialmente los jóvenes, con la oración, las palabras y las obras aporten su apoyo a la paz, al bien– estar y a la grandeza de su patria, dando a conocer siempre mejor los sanos y saludables principios del Evangelio y ayudando a los Obispos y sacerdotes én la di– fusión de la idea cristiana y de los beneficios individua– les y sociales de la caridad (8). La Acción Católica, por tanto, en todas sus secciones y en todas sus actividades apostólicas, no debe olvidarse del grave deber de contribuir a la cooperación misional con· la oración, con la palabra, con el ejemplo, con el es- (6) Il Mac., I, 3. (7) AAS., 1951, XLIII, .plág•. ólO, (8) 1 de agosto de 1928.

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