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174 DR. P, PÍO M," DE MON!DREGANES, O, F. M. CAP, ser misionero-apostólica (2); porque el apostolado jerár– quico, del cual los miembros de Acción Católica son colaboradores, se realiza, propiamente y en su pleno sig– nificado, en la Acción Misional, que es apostolado por excelencia (3). Si consideramos la Historia veremos que los orígenes de la Acción Católica y Acción Misional son los mismos, consecuencia natural del prec~pto: Euntes docete omnes gentes. "Las palabras celo misionero.----observa Pío XI– son la expresión exacta del celo apostólico, porque los primeros apóstoles fueron misioneros y los actuales mi– sioneros, apóstoles de la última hora, son sus sucesores en cualquier parte del mundo donde el Señor los quie– ra" (4). La primera difusión del cristianismo se hizo con la Acción Católica. ¿ Qué cosa hubieran hecho los doce Apóstoles, perdidos en la inmensidad del mundo, sí no hubieran llamado a su alrededor hombres, mujeres, vie– jos y jóvenes, diciéndoles: Llevamos el tesoro del cielo, ayudadnos a difundirlo? (5). El Papa de la Acción Católica, Pío XI, la recomen– daba siempr~ y a toda clase de personas; porque todos estamos obligados a cooperar al apostolado católico, en el cual se incluye, como la parte en el todo, el apostolado misional y misionero. Por esto no la recomendaba. sólo en los países católicos, sino también en los países de misiones. Pío XII, en la Evangelii Praecones, dice: "Deseamos, (3) Discurso agli Universitari di Azione Cattolica, 4 mayo de 1!)32. (4) Ai Sacerdoti Adoratori, dell' U. M. C., dell' A. C., 14 de junio de 1929. (6) All,e lavoratrici dellq. Gioventil Femminile, 19 de marzo de 1927,