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DIVISION DEL LIBRO Para tener noticias claras de las cosas contribuye mu~ho el buen orden. No siempre es posible hacer dis– tinciones netas, ni todas las materias se prestan a ello igualmente; pero algún orden es preciso poner para en– tendernos mejor. Este tratadito nos ha parecido oportu– no dividirlo en cuatro partes. No quiere qecir que sean todas completamente separables ni de la misma impor– tancia y longitud; pero cada una contribuirá a formar una idea más completa del conjunto. PRIMERA PARTE DOCTRINA DOGMATICO-MISIONERA ACERCA DE LA COOPERACION . En esta parte procuramos, ante todo, analizar bien el concepto de cooperación .misionera,. sin Jo cual no se pueden precisar exactamente las ideas. Es necesario que, tratando de la cooperación, no se haga- por senti– mientos subjetivos o por motivos efímeros. Se debe fun– damentar sólidamente en la doctrina dogmático-misio~ nera, es decir, poner los fundamentos teológicos, de los cua.les deriva toda cooperación misionera. Así se. verá .cómo ésta es una exigencia de la doctrina teológica. Para ello nos servimos principalmente del misterio. tri-