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AYUDADME.-COOPERACIIÓN MISIONERA 123 constantes, viciosos... Pero ¿acaso Jesús restringió el estado sacerdotal y religioso a algunas 'naciones deter– minadas? ¿Es imposible la observancia de los deberes sacerdotales en alguna zona del mundo? ¿No tenemos.la prueba histórica de muchos mártires, santos confesores, vírgenes, sacerdotes ejemplares y dignísimos 'en todos los continentes y regiones de la tierra? Luego los que opinan de esa manera nos parece que, aun sin preten– derlo; se muestran en contra del universalismo del sa– cerdocio, de los hechos históricos y de las normas pon– tificias. Si hay d,efectos considerables entre el Clero indígena, tenemos que confesar que, desgraciadamente, no carecen de ellos sacerdotes de los países más cultos. La esmerada educación y forlllación, con la superabun– dante gracia divina, remediarán los males. · l\'aturaleza y organización.-La naturáleza y organi– zación de la Obra están determinadas en los Estatutos ,dados por Pío XI en el Motu Proprio Vix ad Summi Pon– tificatus (28); La, Pontificia Obra de San Pedro Apóstol debe ayudar a la Sagrada Congregación de Propaganda Fide, en la formación del Clero indígena, y especialmente en la fundación de Seminarios Mayores y Menores (art. 1.' 0 ). Da subsidios para los Seminarios ya constituí– dos y procura edificar otros cuando las circunstancias lo permiten. Al frente de la Obra hay un Consejo General, p1;e– sidido por el secretario de Propaganda Fide; pertenece al Consejo la distribución del dinero enviado por las Direcciones Nacionales. En toda nación debe existir un (28) Cfr. AAS., 1929, XXI, págs'. 345_349;

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