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unos animales y ante unos hombres de ver– dad y tan formalones como nosotros le asus– tará. ¿Quién podría inaugurar su sonrisa en esta noche de 1971? Alguien que de su rostro haga un chiste y risa de su voz. Ahí viene el hombre: Simón Díaz. ¿Sabes? El hace reir a los pequeños por la TV:. Y las personas ma– yores también se ensanchan y esponjan cuan– do le ven actuar. Es un hombre que se ha propuesto ejercer la gran profesión de crea– dor de alegría. ¡Cuidado que los humanos ne– cesitan de semejante producto! Se pasan la vida con el ceño fruncido y tratando de resol– ver problemas muy largos con unos razona– mientos muy profundos. Dificilmente regalan una sonrisa. Pero, ¡mira! El Niño está pal– moteando. C1.1ando menos la noche ya no le será tan dura". Willy Brand.-"Este ambiente risueño que ha creado nuestro anterior amigo es el más apto para ponerte al corriente del poco caso que han hecho los hombres de los buenos modales, de la cortesía y d 1 el carácter apa– cible como medios los que eficaces para sol– ventar los conflictos que por doquier los aprietan. El personaje aquél del rincón que ves tiene la mano extendida y abierta como si fuera a dar algo, es el ganador del premio de la Paz. Tengo para mí que viene a consul– tar. Para algo el Pequeño es el Príncipe de la Paz. Herodea.- "Me parece que se nos ha chafado la fiesta.. ¿Recuerdas, San José, tu viaje precipitado a Egipto? Aquí se acerca él nuevo Herodes. Le conozco por la sonrisa violentada que pone y por lo torcido de su mirada. No quiere exponerse mirando de fren– te. No le reconoces porque viene vestido de -72-