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CRISTO Y SIU OBRA En audiencia del 15 de enero, el Papa habló en estos términos: "La renovación ideal y vital cristiana no podrá prescindir de un redescubrimiento de nuestra inserción en el cuerpo místico y social de Cri.sto, que es pre– cisamente la Iglesia Católica; nl de fa libera– ción de la tentativa; hoy desgraciadamente de moda, de separar .a Cristo de la Iglesia, como si contestando a ésta y concediendo a nues– tra interpretación de la verdad religiosa toda arbitraria crítica contra la .Iglesia, se pudiese alcanzar una comunión más auténtica y vital con Jesús,· que es fuente de nuest_ra salva– ción a través de la Iglesia". En resumen, el Papa viene a decir que no hay Cristo sin Iglesia. Estoy por apostar que Pablo VI antes de pronunciar estas palabras lo pensó más de una vez, no porque estuviese dudando de su veracidad, sino por considerarlo tan elemen– tal, que su misma simplicidad podía herir la sensibilidad de los que escuchaban. El caso es ·que los propios hijos de la . Iglesia -muchos- están tomando la pique– ta en sus manos para acabar con la propia casa, que los cobija. Y se hace con tanto rui- - 65-