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cerse de todo lastre moral, -que pesa sobre nuestra conciencia y s.obre las espaldas de los que nos .rodean. Hay que ayunar de lo que oprime a los demás y a nosotros mi_s– mos. No es la Cuaresma tiempo de caras lar– gas, sino de corazones generosos o al me– nos justos; no es tiempo de abstenerse de carne para comer langostinos, sino de ser abstemios de morder al ,,prójimo y chupar su sangre; no es tiempo de ayunar dos días, sino siempre de malas acciones. · El escritor Teófilo Cabestrero escribió ha– ce cierto tiempo: "El mundo de hoy necesita con verdad la Cuaresma cristiana, hasta dar un testimonio que tenga fuerza de ungüen– to para sus llagas modernas. El hambre, la guerra, el odio, la injusticia, la -explotación; el materialismo... , todas las latitudes bajo cualquier régimen, ne.cesitan el mensaje de paz, amor, justicia y salvación, que brotará de la fe y de la vida de los cristianos, por la fuerza del· Espíritu al que hay que convertír- se y unirse en Cuaresma". · - Esta es la dieta propia para Cuaresma. ("La Religión", 1~74). - 56-