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MARCHA REAL Festividad de Cristo Rey, Todos los años, por estos alrededores de final de mes, la litur~¡ia hace resonar en los remisos oídos de los cristianos las pausadas y marciales resonancias del himno a la rea– leza de Cristo. Actitud de repulsa que viene dada tanto por nuestra sensibilidad democrática como por el abuso que se.· ha hecho y está hacien• do de este reinado die Cristo. Nos duele que a Cristo se le haya consi– derado y se le considere al presente como un "rey de espadas" ("Dios de los ejércitos", ·"Dios está con los ... ") pronto a entrar en batalla a favor de "las derechas" unas veces, hoy en el bando de "las izquierdas revolucio– narias" y de los "progresistas" a ultranza ... · Acongoja pensar a Cristo como un "rey de oros", defendiendo una situación econó– mica desahogada a cambio de que el hombre se ponga alguna vez de rodillas. ¿Quién no · ha oído más de una vez eso de que la rique~ za es una bendición divina, la prueba más a mano de nuestro espaldarazo divino? . lo mismo que nos pesa que a Cristo se le haya tomado como "rey de bastos". El que

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