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el sentido cristiano de la celebración. Por ello: quedan prohibidos los trajes "frac", los . vestidos que imitan hábitos religiosos, los que imitan vestidos nupciales o pomposos, los vestidos largos en las niñas, como así también el uso de guantes y otros adornos superfluos; se desaconseja, salvo especiales situaciones pastorales, el uso de guardapol– vo o uniforme colegial, por no tratarse de un acto escolar; se usará para· los varones, el modo habitual de vestir un día de fiesta, y para las niñas, un sencillo vestido de fiesta, que sea c9rto". Y sigue el prelado: "El mismo criterio de sobriedad deberá usarse respecto de foto– grafí;;¡s y filmaciones, tanto en su número como en los momentos en que se toman·. Se aconseja reservar las fotografías para antes o después de la celebración litúrgica. Se des– aconseja de un modo especial la costumbre de tomar fotografías a cada niño en el mo– mento de la comunión". Y termina advirtiendo que en todo el con– texto parroquial o familiar debe estar siem-– pre presente· la austeridad de formas: "Las fiestas parroquiales de comunión serán sen– cillas y acordes con e:1 espíritu de estas nor– mas. De iguaJ modo se instará a los padres para que las fiestas familiares que se reali– cen tengan el mismo sentido. En los colegios se procurará que tales fiestas no ocasionen gastos extraordinarios a los padres o a las comisiones colegiales". Justicia me!luda, les decía antes. Pero más difícil de aguantar que la otra, la grandota. Por eso mismo de que es de cada día. Y de cada uno. ("El Santo", 1975). - 28-