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Después, entendido Cristo como "pala– bra del Padre", formando una comunidad por medio de sus enviados, cayeron con verdade– ra ansia sobre la temática del "profetismo", tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testa– mento. Al verse reflejados en aquellas imá– genes históricas, el compromiso no se hizo esperar, ellos, como delegados de la Palabra de Dios, debían hacer la asamblea cristiana reunirla los días dominicales y en esos días cantar y rezar. Hay unas líneas del documento, redactado como conclusión de la reunión, que voy a transcribir. Aquí se puede ver una vei más el aprecio de los misioneros por los rasgos propios de cada ·cultura y su preocupación por conservarlos. Se dice en el documento: "El cántico es · muy importante porque mantiene nuestra atención y da entusiasmo a la Asamblea. Los cánticos deben ser escogidos para cada oca– sión. . . El guarao debe además hacer sus propios cánticos, con pensamiento y melodía guarao. De esta manera serán la expresión de vuestra alma y de vuestro pueblo a Dios y os dará gusto y satisfacción cantarlos". Los postreros momentos de la reunión se aprovecharon para hacerles caer en cuenta de lo urgente e insustituible de su misión como testigos de Cristo y no del Padre o de la Misión; también se les leyó la "cartilla", donde San Pablo habla de las cualidades que deben adornar a los que van de parte de Dios a predicar a los demás: 1 Tim. 4, 6-11; 11, 4, 17-18 ... ). ¿Qué resultará de todo esto? Por lo pron– to, creo que ya es mucho ver a los misfoneros -180-