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LA SICOLOGIA DEL MOTE La hegemonía de lo urbano es algo bien patente. Como lo es la irrelevancia en que está cayendo lo rural. ¡Como que lo uno se explica por lo otro! Nadie duda de ras apor– taciones de la actual máquina urbana, que son muchas y de peso. Pero también es verdad que los desastres y deformaciones no son menos ni livianas. Nuestra sociedad urbana tiene mucho pa• recido con aquel doctor Murdoch -de que habla Bertrand Russell en una de sus nove– las- el cual puso en el rótulo de su casa el siguiente anuncio: "Aquí. se fabrican horro-· res". Y uno de los más nefastos que ha en– gendrado el urbanismo es la indiferenciación personal que los mejores pensadores han de– nominado con esa palabra de "masificación". Nadie conoce a nadie. Los ciudadanos se mi– ran como extranjeros y cuando se relacionan tienen bue.n cuidado de dejar en las sombras su auténtica personalidad. Lo que priva en la ciudad es la relación ·pública. En el pueblo, en cambio, todos se cono– cen. Cada uno tiene en. su alma lo mejor y lo peor del vecino, que es tanto como decir que le conbce íntimamente. Aquí nos hallamos pi– sando el umbral de la relación privada ... - 133-