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LA .GLORIA DE SOLYENITSIN Mentes de primer.a línea ya hace tiempo que advirtieron et declive de Occidente. Es más, señalaron al pueblo eslavo como el su– cesor espiritual de aquél. A esa parte de la Europa Oriental se volverían las miradas de todos los pueblos en busca de directrices y ejemplos con que llenar provechosamente su vida nacional. Que la predicción ha resultado cierta está fuera de duda, aún cuando no sepa con que intensidad se está realizando. La noticia que sirve de base a este co– mentario quizá clarifique lo ~icho. l'Agosto del c.atorce" es el "primer nudo" de la magna obra que Solyenitsin tiene programada. El pre– mio Nóbel 1970, a quien las autoridades so~ vi éticas no creyeron oportuno dejarle ·ir a Estocolmo para que recibiera de manos del rey de Suecia la merecida recompensa, ha tenido que publicar éste, su primer tomo, fue– ra de U.R.S.S. En el epílogo da a conocer el porqué de tal emigración editorial. Había que escribir la. palabra "Dios" con minúscula. La honradez de este literato no ha podido so– portar tan vejante insulto: De manera que las imprentas rusas tenían caracteres relevantes para palabras tan poco simpáticas como "KGB" (Policía Secreta Rusa) y, en cambio, él tenía que achicar al que nada puede con- - 117 -