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LOS AMANTES DE EL HAVRE "¡Adelante, lector!, ¿Quién te ha dicho . que no puede haber amor verdadero, fiel y eterno en el mundo, que no existe? ¡Que le corten la lengua repugnante a ese mentiroso! ¡Sígueme, lector, a mí y sólo a mí, yo te mos– traré ese amor!" Así se expresa .el novelista Bulgakov en una de sus producciones, titu– lada "El maestro y Margarita". Unos meses hán pasado desde que Pa– trick, estudiante de diecinueve años, y Mary– vonne, una camarera de veintiún años·, deci– dieron morir para llevar su amor a la ete'rni– dad. Todos los detalles por eHos escogidos hablan, ciertamente, de apasionamiento. La mañana era soleada, el automóvil, un estre– chito "Fíat"; los acantilados del Canal de la Mancha, un bello escenario para filmar una escena de Romeo y Julieta. Faltaba un deta• lle importante: la carta. Había que explicar ante el mundo que el suyo no era un acto de desesperación. Más .bien habían de enten– derlo como el supremo gesto de amor. Los requisitos estaban cumplidos. Apretar el ace– lerador resulta placentero cuando se e'stá convencido de que la vida va a empezar. Los bañistas más madrugadores contaban a los retrasados. cómo los habían encontrado fuer– temente entrelazados ...