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hombres venimos al mundo tarados: con un desth;lo sobrenatural. y sin • la posibilidad de conseguirlo. He aquí lo que el pecado original ha causado en la humanidad: - Mancha del pecado - enemistad con· Dios. ~. P,ri11áción de la vida de la gracia y, en tal estado, imposibilidad de . · aJ~¡i.nzar nuestro fin últiino, el cielo. . . ;_;_ C~;fcupiscencia o inclinación al pec~do, que mueve a buscar el pro- '· pió placer sin atender a la voluntad' de Dios. ~,iTRrpezq,· de entendimiento,. qµe c~e fádlmente en el error. -'- Debilidad ·de la .<Joluntad para obrar el bien. ::-n,Necésidad· (i.e ~ufrir y, finalmente, de morir-:--q:;,p. gran repugnancia de la naturaleza. · :'·: }'odas las calamidades por las que pasa la humanidad y cada hom• br~,:11árticula:r, tienen como origen el pecado orl$inal, ·. '../ »~Y :11istinción entre el, castigo del pecadp en Adán y el cástigo .del pecado original e:ri sus descendientes: . . . . . . ... ~· '.f.. os· primeros padres fueron despojados de·•lo que habían recibido, a los demás no se les darían esos dones extraordinarios. · ·• -:-- Adán y Eva -Se hicieron merecedores del infierno; mientras que los ! demás hombres que mueran con solo el pecado original, aunque no · entrarán en el cielo, tampoco serán arrojados en los tormentos eternos del infierno. 6.-UNA LUZ DE ESPERANZA i : Dfos . se tn()Stró misericordio59 en el castigo de los prbneros padres y y~ entonces les manüestó. que su.pecado tenía es);le:i,~ de •red.,~nción en el Salvador futuro. Dijo al demonio, representado en la serpiente: «Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza y tú le morde– rás a él el calcañal» (Gn 3, 15). Quería decir Dios con esto que aquella primera victoria del diablo sobre la humanidad no era definitiva: Entre los hijos de Adán y Eva existiría uno que vencería de modo más aplastante al demonio: Este es Jesucristo. 85

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