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.. A .. esta reflexión progresiva se llama Teología. La revelación nos dice que una petsorta es Padre, otra Hijo del'Padre y otra procede de los dos y se llama Espíritu Santo. Los teólogos han lfogado a concluir que el Hijo es engen– drado por el Padre al modo· como se origina una idea en, el entendimiento,· y que el Espíritu Santo procede del Padre y del .Hijo al modo como •en el espíritu se origina el amor. Estas dos procesiones (u orígenes = el Hijo procediendo del Padre; y el Espíritu Santo ·procediendo del Padre y del Hijo) dan lugar a cuatro relaciones reales entre las divinas Personas: paternidad (del Padre al Hijo), filiación (del Hijo al Padre), espiración activa (del Padre y del Hijo al Espíritu Santo) y espiración pasiva (del Espíritu Santo al Padre y al Hijo). El Hijo es, por tanto, la Idea o Jrr¡.agen personal del Padre, ,tan igual a El, que tienen los dos la misma y única esencia. . · , El Espíritu Santo es, a su vez; el Amor personal del Padre y del Hijo: amor en el que se abrazan,. sellando así fa· profundísima· interiori~ dad. de Dios, y de. tal modo, que ese Amor posee la :niisma (esencia del Padre y del Hijo). · · · · · · · · · ·· Los teólogos nos dicen también que en Dios es única 1a perfecció;, absoluta de l.a naturaleza y que sólo hay distinción real en lo relativo y personal. . . 6.-HISTORIA · DE LAS DEFINICIONES ECLESIASTICAS SOBRE LA TRINIDAD La fe senciUa. en la Trinidad, enseñada pói la revelación y expresada en los símbolos de fe de la primitiva Iglesia; no · fue interpretada co– rrectamente por todos los que, al correr de los tiempos, quisieron ex- plicarla. ·· · ·· · · ·· · ·' La Iglesia, atenta a que no se introdujeran errores en la teología.ca – tólica, fue condenando explicaciones falsas del ·misterio de la Santísima Trinidad, que eran siempre la destrucción del misterio. -- Arrio y sus discípulos creyeron que el Hijo tenía que ser poste– rior al Padre y, en consecuencia, inferior a El. Jesucristo no sed"' Dios; sino la primera y más excelente de las criaturas. El concilio I de Nicea (año 325) afirmó solemnemente la consustancia– Hdad divina del Padre y del Hijo, condenando a Arrio como hereje. - Unos afios después Macedonio y los macedonianos negaron la divinidad del Espíritu Santo. Los combatió enérgicamente San Atanasio. El concilio 1 d.e Constantinopla los condenó el año·. 381, afirmando que el Espíritu Santo es Dios y que ha de ser adorado y glorificado con él Padre y el Hijo. · ID Dogma Católico, 6." -3

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