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Y escribiendo a Timoteo, le recomienda: . «Lo que de mí oíste ante muchos testígos,. encorméndalo a hombres fieles, capaces de enseñar a otros» (2 1'in 2, 2). 3.-NATURALEZA DE l.A SOCIEDAD ECLESIASTICA · En virtud, de su misma esencia la sociedad eclesiástica es: Religiosa, perfecta, suprema, independiente y perpetua. a) Sociedad religiosa. La Iglesia es ante todo una sociedad religiosa. Cristo la fundó sobre el fundamento de los apóstoles, dando a éstos su misma misión, que no es otra que la salvación de los hombres. « Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abun– dancia» (Jn 10, 10). No incumbe, pues, directamente a la Iglesia el solucionar los proble– mas económicos y políticos del mundo ni procurar el bienestar mate– rial de los hombres. b) Sociedad perfecta: Se llama sociedad perfecta la que posee to– dos los medios para realizar su cometido sin depender en ello de otras sociedades. La Iglesia es sociedad perfecta por haber recib;.do de Cristo todos los medios necesarios para cumplir su fin: - potestad de enseñar la doctrina revelada; - poder de ofrecer a Dios el sacrificio de la Misa, y de administrar los sacramentos para santificar a los hombres; - poder de legislar y de hacer cumplir sus leyes pa:ra regir a sus súbditos. c) Sociedad suprema: La Iglesia queda por encima de todas las de– más sociedades por tener como fin el supremo y definitivo del hombre -la salvación eterna-. d) Sociedad independiente: La autoridad eclesiástica, por ser so– brenatural e inmediatamente recibida de Cristo, no puede depender en el ejercicio de sus funciones de ninguna otra autoridad humana. e) Sociedad perpetua: Cristo fundó la Iglesia como institución que ha de durar hasta el fin del mundo. A San Pedro le prometió que los poderes del infierno no prevalecerían contra ella (Mt 16, 18) y, al en– cargar a los apóstoles la evangelización de las gentes, les dijo que El estaría con ellos hasta el fin del mundo (Mt 28, 20). 4.-CUERPO Y ALMA DE LA IGLESIA La sociedad eclesiástica es continuación del mismo Cristo. A semejanza del Señor, en quien la divinidad estaba escondida bajo la humanidad, también en su Iglesia existe un elemento visible, que 26
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