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La existencia del juicio particular se deduce de que Dios da a cada uno el premio ó castigo inmediatamente después de la muerte. Al buen ladrón le prometió Jesús que aquel mismo día estaría con El en el Paraíso (Le 23, 43). Y del rico Epulón dice Jesús que murió y fue arrojado en el infierno en medio de tormentos (Le 16, 22-23). 4.-SENTENCIA DEL JUICIO PARTICULAR La sentencia divina en el juicio pa'I:'ticular corresponderá a lo que el hombre merezca. ...,.. Dará el cielo inmediatamente a qu~enes mueran limpios de toda cul– pa y hayan satisfecho por la pen~tencia-ayudados tal vez por las indulgencias-toda la pena debida por sus pecados. - Detendrá en el purgatorio a quienes, muertos en gracia de Dios, no se purificaron suficientemente por la penitencia. - Mandará al infierno a los que hay;:n muerto impenitentes en sus pe– cados que los apartaron de Dios. El juicio de Dios es verdadero, exacto y completamente imparcial. «Para Dios no hay acepción de perscnas», dice San Pablo (Rm 2, 11). 5.-SE~i\LES DEL FIN DEL MUNDO El fin del mundo, y con él la vuelta de Cristo, ocurrirá en un tiem– po de todos desconocido. « Y respecto a aquel día o a aquella hora, na– die sabe nada, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, únicamente el Padre» (Me 13, 32'). Sin embargo, la Sagrada Escritura nos habla de ciertas señales que serán presagios más o menos inmediatos del fin de la historia humana: - El Evangelio tiene que haber sido predicado a todo el mundo. «Será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, testimonio para todas las naciones, y entonces vendrá el fin» (Mt 24, 14). - El pueblo judío se con'Jertirá a Cristo. «El endurecimiento vino a una parte de Israel, hasta que entrase la plenitué. de las naciones; y entonces todo Israel será salvo» (Rm 11, 25-26'). - El anticristo, que será el esfuerzo más grande de Lucifer para dañar la fe en Cristo. Según la Sagrada Escritura logrará llevar a la apostasía a muchos cristianps (Me 13, 22). 1 l97

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