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.$e 1}i;ima también confesión, por ser riecesa;i;i6; iz€lrifesár los pecados para recibir el perdón. · - . .. . . , .., 1 Jesucristo instituyó este sacramento al dar a sus ,ápó~t9Jes.y,·~ SJl Iglesia potestad de juzgar los pecados de los fieles..Se lo dijo en éstás palabras: «Recibid el Espíritu Santo: a quienes pérdonar1ris los peca– dos, les serán perdonados; a quienes se los retuvieréis les' serán rete- nidos» (fo 20, 23). ·· "' 2.-NECESIDAD DE LA PENITENCIA La penitencia, en cuanto acto de virtud, es absoJutru.µente necesaria para que se. perdone un pecado. Pues Dios no da su gracia si el hombre 1fo se arrepiente de sus culpas, y la penitencia significa, ~'.n :el..:corazón del hombre apartamiento del pecado. . El sacramento de la penitencia es· faritblén neéesado .~ fo~ ~n~tian9,s que hayan pecado mortalmente. · ·· " · · ·· · · ;.;· i .: Así lo ha querido Jesucristo,: Y po.:r eso, aunque lo§ •.peoa~ dos se pueden perdonar fuera de la confesión por un acto de perfecta contrición, no se perdonan nunca sin la confe• sión, en cuanto se ha de tener intención de hacerla. La confesión es una garantía y seguridad de salvación, ya· que en ella se perdonan los pecados, aunque sólo haya dolor de atrición. Con esto se compensa suficientemente la dificultad que supone el confesarse. 3.-MATERIA NECESARIA Y LIBRE DE LA PENITENCIA Aunque la materia estricta de un sacramento es aquello con lo cual el ministro realiza el signo sacramental a:l unirla' con la forma, en la penitencia se llama: 1) Materia próxima, a los actos del penitente (contrición, confe• sión y satisfacción). 2) Materia remota, a los pecados que sé acusan. Los pecados pueden constituir: a) Materia necesaria de confesión, cuando es necesário dé<::irlos:pai,a que la confesión sea buena:; son materi.a necesa.ria los pecados, mor– tales cometidos después del Baµtismo y no confesados o confes,adoi'in¡:¡t b) Materia libre de confesión, cuarrdo se pueden decir 9 ~ó.J3te2k sin que por ello la confesión deje de ser buena: son mat'eriCl libri, Iós pecados veniales y los mortales bien confesados. ; · : • . .' .· .. ; Esta materia libre basta para una bµena confesion cuando no hay materia necesaria. · Importa mucho tener en cuenta qué es lo que la ley exige, aunque la tendencia a no declarar en confesión rrtás que lo estrictamente necesa- ·· rio indica ordinariamente falta de sincera humild~d. ' '.165 ·