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·2··.···.·:.5·.---·:. . . . . . LA PENITENCIA Elllll!Í IIIIIIIIIIIIÍI ll!Íillllllll lillllllllll- En sus últimas 'instrucciones. a los apóstoles antes de la Aseen- l . sión, dijo, Jesús': _«Esta. escrito que el Mesías debía padecer y re– . . sucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se · había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén; ·.·.1 'za penitencia y el perdón de los pecados» «Le 24, 46-47). · · Este perdón de los pecados, lo mismo que todo el misterio sal- vador de Cristo, es predicado y administrado por la Iglesiét de 1 modo sacramental. Para los cristianos ya bautizados, que pierden . la gracia por el pecado, existe en la Iglesia el sacramento del per– 1 1 1 dón o Penitenc:a. El pecado del cristiano, miembro del Cuerpo Místico de Cristo, adquiere una dimensión social especial, por el .daño que causa a la sociedad sobrenatural de la Iglesia. Por eso el arrepentimiento de tales pecados ha de llevar un carácter social particular, expr'e 0 sado en la admisión a la paz con Dios y con la Iglesia a través del sacramento de la Penitencia. 1 1 1 1 1 1 i - - 1111111111 11111111111!1 -- 1.-LA PENITENCIA COMO VIRTUD Y COMO SACRAMENTO Penitencia, como virtud, significa la detestación interior del pecado por ser ofensa de Dios, con propósito de no cometerlo más. . . . • ¡ La virtud de la penitencia es algo necesario para que se perdone el pecado, lo mismo antes que después de Cristo, y esté uno bautizado o no esté. La Penitencia, como sacramento, fue instituida por Cristo, y en ella, mediante la absolución del sacerdote, se perdonan los pecados cometi– dos después del Bautismo. 164