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Por tanto, la Iglesia, con solicito cuidado, procura que los cristianos no asistan a este misterio de .fe como extraños y mudos espectadores, sino que comprendién– dolo bien a través de los ritos y oraciones participen conscientes, piadosa y activa– mente en la acción sagrada, sean instruidos con la palabra de Dios, se fortalezcan en la mesa del Señor, den gracias a Dios, aprendan a ofrecerse a sí mismos al ofre– cer la hostia inmaculada no sólo por manos del sacerdote, sino juntamente con El, se perfeccionen día a día por Cristo mediador en la unión con Dios y entre sí, para que finalmeme Dios sea todo en todos. (Conc. Vaticano 11, Constitución sobre Sa,. grada Liturgia, nn. 47-48). ASI SE CELEBRABA LA MISA EN LA PRIMITIVA IGLESIA Inmediatamente después de la consagración del obispo, se le presentan l*s ofrendas; el obispo, juntamente con los sac.erdotes presentes extiende sobre ellás las manos y comienza: «El Señor sea con vosotros». Se constesta: « Y con tu es¡:lí– ritu». «Arriba los corazones». «Los tenemos ya elevados hacia el Señor». «Demos gracias al Señor». «Es cosa digna y justa». Luego continúa el obispo: «Te damos gracias, oh Dios, por tu amado servidor Jesucristo, al que nos enviaste en los últimos tiempos como salvador, redentor y mensajero de tu designio. El es tu palabra inseparable (de ti), por El lo hiciste todo según su beneplácito. Lo enviaste del cielo al seno de la Virgen, y en el seno se hizo carne y fue revelado como tu Hijo, nacido. del Espíritu Santo y de la Virgen. Cumpliendo tu voluntad y adquiriéndote un pueblo santo, extendió las manos en 'la pasión para redimir de los sufrimientos a los que creen en El. Y ·cuando fue en– tregado a los sufrimientos voluntarios a fin de. desvirtuar la muerte, romper las cadenas del demonio, conculcar ¡il infierno, iluminar a los justos y marcar un ·hito y notificar la resurrección, tomó el pan y dándote gracias dijo: «Tomad y comed, esto es mi cuerpo que se rompe por vosotros. Igualmente el cáliz diciendo: Esto es mi siangre, que se vierte por vosotros. Cuando hiciéreis esto, hacedlo en :memoria mía. Recordando, pues, su muerte y su resurrección, te ofrecemos el pan y el cáliz dándote gracias por habernos juzgado dignos de aparecer ante ti :y de servirte. Y rogamos que envíes tu Espíritu Santo sobre la oblación de la santa Iglesia. Reuniéndonos en unidad a todos los santos que reciben otórgales la pleni– tud del Espíritu Santo para fortalecimiento de la fe en la verdad a fin de que te alaben y ensalcen por tu servidor Jesucristo, por el que se da gloria a ti, Padre, y al Hijo con el Espíritu Santo, en tu santa Iglesia, ahora y por toda la eternidad. Amén». (Descripción. de San Hipólito Romano hacia el año 215. El texto se usa hoy to– davía en la iglesia de Abisinia). r---- - - - - 7 1 1 @JERCICIOS 1 L 1. 2. ¿Por qué la Misa es sacrificio de Cristo y de la Iglesia? 1 Describe y valora la renovación actual de la liturgia de la santa Misa. - - - - - - - - .J 163

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