BCCCAP00000000000000000000635

5) Es prenda ( o garantía) de la gloria eterna y de la resurrección del cuerpo. «El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene la vida eterna y yo le resucitaré en el último día» (Jn 6 1 54). LECTURA EL MODO DE LA PRESENCIA EUCARISTICA La doctrina de la transustanciación nos permite algo más que justificar concep– tualmente la posibilidad de una consagración eucarística de la que resulta la pre– sencia real y sustancial de Cristo bajo las apariencias de pan. Tiene además la ventaja de recordarnos que debemos depurar continuamente las representaciones imaginativas a las cuales somos tan propensos a pesar nuestro, sobre el modo de la presencia de Cristo en la eucaristía. Son muchos los fieles que se plantean cuestiones insolubles y creen concebir dudas angustiosas acerca de la presencia real, simplemente porque se empeñan en representaciones infantiles que casi siempre se limitan a imaginar a Cristo en la hostia como una persona natural encerrada en una diminuta caja, partido sin ser herido consumido sin ser disminuido, multiplicado sin ser aumentado. La doctrina de la transustanciación nos recuerda que Cristo está presente ahí realmente todo entero, por tanto, con todos sus accidentes, todas sus facultades vitales; pero todo ello reducido al modo de sustancia, que no cae en los límites de nuestra imaginación, que no adquiere relieve sino a través de la inteligencia del ser; por consiguiente, Cristo no está sometido a las condiciones habituales de dimensiones de lugar, de traslación. Está presente, pero no está contenido. Está presente en las especies de pan y vino; no está, propiamente hablando, presente bajo las especies o dentro de las especies. Por real que ella sea, su presencia es siempre sacramental, es decir, a modo de signo (real). Así como el pensamiento de un autor no disminuye o aumenta cuando se queman o se multiplican los ejem– plares de su libro, y así como la música no se quema ni cambia de lugar, no disminuye o aumenta cuando se rompe o se traslada un disco, cuando los botones de la radio se abren o se cierran para oírla o para reducirla al silencio, así tam– poco Cristo disminuye cuando se consumen las hostias, ni aumenta cuando se consagran otras nuevas, ni cambia de lugar cuando se lleva el copón de un lugar a otro. (GRAIL-ROGUET, Iniciación teológica). r---- 1 @JERCICIOS - - -¡ 1 1 1 l. 158 ¿Por qué se llamará a la Eucaristía el Sacramento del Amor? Expón las conveniencias de la Comunión frecuente. -- .J

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz