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20 LOS SACRAMENTOS r :-sac=ent::on-;: ac=es :-:a I=ia=no= d:, 1 Cristo-que nos ponen en. contacto inmediato con el misterio nuestra salvación. de 1 Dios nos salvó haciéndose hombre, sensible como cualquiera 1 de nosotros, y muriendo en la Cruz a vista de todos. Su misión la confió a una sociedad también visible: La Iglesia, que es su Cuerpo Místico. Y la Iglesia tiene que actuar también 1 sensiblemente para comunicar la gracia invisible del Salvador. Tal dependencia de lo histórico y visible está íntimamente con– forme con la corporeidad del hombre: Vivimos en un mundo ma– l terial y necesitamos de lo sensible para formar nuestras . ideas. Además, anhelamos una salvación total: del cuerpo y del alma. 1 1 1 1 Por otra parte, la salvación del hombre, según el cristianismo, 1 no es una autosalvación. Viene de fuera del mismo hombre: de arriba. 1 Necesitamos, pues, salir de nuestro subjetivismo y comprender 1 nuestra dependencia de los actos de otro-que es Cristo. 1 L 132 - Esta es la perspectiva que hace inteligible hasta 1 cierto punto la realidad maravillosa de la vida sacra– mental de la Iglesia. 1 - - - - - - - -