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7) Temor de Dios: Consiste en huir como por; instinto sobrenatural c;le todo lo que puede ofender a Dios..· · L';l vida de intimidad con el Espíritu Santo lleva como frutos los que enumera San Pablo: «La· fructificación .del Espíritu es: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mánsedumbre, continencia» (Gl 5; 22, 23). ·· 5.-,-EL ESPIRITU SANTO EN LA IGLESIA · La presencia y asistencia de Dios en la Iglesia se verifica; según dice Jesús, por el Espíritu Sarito. · Pues .el Espíritu Santo se'. manifiesta como el Poder de Dios santificando al mundo; AlEspfritu Santo se le llama ALMA DE LA IGLESIA, que es.el Cuerpo Mí~tico de Crlstó; porque la 'Viv~nca sobrenaturalmente•.. Ser puede deducir del-texto de SarFPablo, donde dice que el Espíritu Santo es quien da la gracia de los diversos ministerios en la Iglesia: • •••• • V «Hay diversidad de dones, pero uno mismo es el Espíri– tu. Hay diversidad de ministerios, pero uno mismo es el Se– ñor. Hay diversidad de operaciones, pero uno mismo es Dios; que obra todas las cosas en todos. Y a cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad. A uno le es dada por el Espíritu la palabra de sabiduría; a otro la palabra de ciencia; según el mismo Espíritu; a otro fe en el mismo Espíritu; a otro don de curación en el mismo Espí- . rit11; a oti:o: operi;tciones de milagros; a· otro profecía; ;a otro discreción de espíritus;: a, <;>tro;. género de lenguas; a otro in– terpretación de lenguas. Todas estas cosas las obra el único y mismo Espíritu, que distripuye a cada uno según quiere» (1 Co 12, 4-11). En virtud de esta asistencia constante del Espíritu Santo, la Iglesia posee una vida sobrenatural que nunca fallará a 1p,esar de los µefectos humanos de quienes componemos la Iglesia. Los. poderes del infierno no prevalecerán contra la Iglesia, porque se halla vivificada por el Espíritu de Dios. 111

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