BCCCAP00000000000000000000635

María fue virgen perpetuamente: no tuvo más hijos que a Jesús, que fue concebido por obra del Espíritu Santo y nació de un modo extra• ~rdinario, como convenía al Hijo_ de Dios,. San José fue esposo virginal de María, padre adoptivo de Jesús y custodio de la Sagrada Familia. Este destino-extraordinario ·1e.fue revelado por un ángel, que le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir en tu casa a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1, 20-21). La expresión «hermanos de Jesús», que se halla en el Evan~elio, tiene en la lengua original el vl;!lor de primos o parientes de Jesús. De hecho María se queda sola al morir Jesús, y El mismo se la encomien– da a .Juan, hijo de Zebedeo y Salomé. 5.-CORREDENTORA DEL GENERO -HUMANO La Redención del género humano es obra exclusiva de Cristo, en cuanto que nuestra reconciliación con Dios tiene en El solo su origen. A esta exclusividad no le resta nada el que Jesús haya querido aso– ciar a alguna persona que, dependiendo de El, colabore en la realiza~ión de su obra redentora. · · Así quisÓ Jesús hacer con María: La constituyó correden– tora, es decir, colaboradora de su obra de salvación de los hombres. Dos instantes principales de esta colaboración nos señala la Bi]JÜa: 1) Aceptando ser Madre de Cristo Redentor: Cuando supo de qué se trataba, respondió humildemente: «He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Le 1, 37). Así aceptó una maternidad con transcendencia salvadora: 2) Asistiendo con su dolor a la Pasión de Cristo: «Estaba junto a la Cruz de Jesús su Madre» (Jri 19; 25). No hay dolor comparable al -de una madre que ve morir a su hijo. Y si es el mejor de los hijos y muere asesinado injusta• mente y con escarnio, ese dolor maternal no tiene límite. Así fue el dolor de María junto a la Cmz. · · El dqlor de María fue un dolor unido al de Cristo; pues ella no podía querer cosa distinta :de Jesús. De este modo su dolor, en el dolor de Cristo, tiene repercusión salvadora. en toda la humanidad. 108

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz