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90 Dil, P. PÍO M.ª DE MO:NDilEGANES, O, F. M. CAP, bustos están más expuestos a las fiebres en las regiones tropicales. Habrá que considerar cada caso en particu– lar, y obrar con el prudente consejo médico. b) Edad conueniente.-No deben ir a las misiones demasiado jóvenes, cuando aún no están bien forma– dos en la vida católica, religiosa o sacerdotal. Los mi– nisterios sacerdotales exigen una madurez de mente y seguridad de espíritu. La experiencia de la vida se ad– quiere con los años. Tampoco el misionero debe ser muy viejo, porque se le hará muy difícil la aclimatación, el aprendizaje de las lenguas, los usos especiales de algunas regiones. e) Buen carácter.-Hay personas que, por natura– leza, se hacen insorporlables a sí mismas y a los de– más, por su carácter excéntrico, exagerado, capricho– so, iracundo e intratable. Hay otras que padecen enfer– medades nerviosas, mentales, psíquicas, que pueden impedir notablemente la convivencia mutua y el tra– bajo apostólico. Esos tales no deben mandarse a las misiones. AHTÍCVLO 2.º Cualidades intelectuales. Son indispensables las cualidades intelectuales de los misioneros, principalmente sacerdotes. l\fús adelante trataremos de la formación intelectual que deben tener y cómo se deben formar para el apostolado misionero. Por tanto, ahora no hacemos mús que indicar las cua– lidades que deben poseer. Aquí hablamos sólo en sen-