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SEGUID:ME.-VOCACIONES MISIONERAS 83 ------ con Jesucristo. San Francisco Javier vislumbró lo que podía hacer la juventud estudiosa en este sentido cuan– do el 15 de enero de 154,1 lanzó un llamamiento a los despreocupados estudiantes de la Universidad de París. En esos centros es posible también formar asocia– ciones misioneras según la capacidad y grado de cul– tura de los alumnos no sólo para la cooperación misio– nera, sino también para suscitar y cultivar vocaciones. De hecho existen en casi todas las naciones Uniones, Asociaciones, Ligas, Círculos, Cruzadas, etc., de índole m1s10nera que se ocupan en la propaganda, estudio y cultura concernientes al apostolado misionero de la Iglesia (5). ,!, Seminarios y Escolasticados.--Si la educación en los centros docentes seglares influye poderosamente en la formación cristiana de los niños y jóvenes, e in– directamente aun en la misionera, con mayor motivo en los Seminarios eclesiásticos, en los Escolasticados y en las Casas de formación religiosa, como quiera que se llamen. En estos centros la educación debe ser in– tegral en todos los órdenes. Por desgracia, hasta el pre– sente, en muchos centros ha sido muy incompleta. Fal– tan todaYía muchas lagunas que llenar. Los horizontes de los jóvenes aspirantes al sacerdocio o a los estados de perfección evangélica eran muy limitados. Pocos alumnos pensaban mús allú del campanario de su pue– blo o de la torre de la Ca ledral de la diócesis. Fuera de su diócesis o provincia Pra cosa desconocida y aban- (5) El qnC" quiera informarse de estas Asociaciones en los di– versos países del mundo puede consultar P. Pío DE l\loNDREGANES, Jlmmal de Mz'sionoloyía, págs. 291-2\JS. l\!ac~rid, 1950; B. Aimr-.s, S. J., Jfonucl des Missions Callwiiqucs, p{tgs. 316-254. Lovaina, 1925; PEn– BAL, llitorno a/le fonti, pá¡4s. 3\J-58. Homa, 1942.