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CAPÍTCLO II NATFRALEZA. Y CLA.SlFICAClO,V DE L4S VOCACIOSES JIISIOSERAS Conocidos los conceptos de misión, tierra de nus1011, fines de las misiones, nos scrú fácil comprender lo que significa una vocación misionera; qué entendemos por misionero en el sentido estrecho y verdadero de la pa– labra. ARTÍCULO 1.º 1Yaturale:::a de las vocaciones misioneras. La vocación misionera, considerada internamente en el sujeto, no es más qtw el llamamiento de Dios al apos– tolado misionero. Considerada c.rternamenle, es el lla– mamiento o mandato de la autoridad competente para trabajar en los territorios de misiones. Los fines de este llamamiento de Dios, corroborado por la legítima auto– ridad, son la propagación de la fe y la plantación de la Iglesia donde todavía no lo está, con el fin de que se salven las almas por la aplicación de los méritos de Cristo Salvador del nmndo. Por tanto, el misionero es el apóstol que lleva el Mensaje de Cristo a los pueblos que no le conocen o no le sirven. El misionero es el que