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SEGUIDME.-VOCACIONES MISIONERAS 53 porvenir temporal y eterno. La vocación es un tesoro de gran valor que es necesario custodiarlo con cuidado y esmero. Tres son los medios principales: 1.º El secreto.-Es conveniente tener secreta la vo– cación, por lo menos en el fuero externo. Se puede y debe manifestar en el fuero interno a los confesores, padres espirituales o personas doctas y prudentes que puedan aconsejar bien. Pero no es prudente manifes– tarla externamente a todos, ni aun a las familias y amis– tades, hasta que no se presente la hora oportuna. Porque de ordinario las amistades y familiares más suelen opo– nerse que favorecer. Recordemos la historia de San Francisco de Asís, de Santa Clara de Asís, de Santo To– más de Aquino, de San Francisco Javier, de San Felipe Neri, de San Luis Beltrán, de muchos santos y santas que tuvieron que superar muchas dificultades <le los parientes. 2.º La profunda piedad cristiana.-Orar, confesar con frecuencia, recibir la comunión cotidiana o frecuen– te, visitar a Jesús Sacramentado, devoción sincera y filial a la Virgen Inmaculada, a San José y otros ejercicios devotos propios de la vida profundamente cristiana. En esos ejercicios piadosos pedir la perseverancia y la fide– lidad a la vocación ... 3.º La f izga del mundo.-Huir de las conversaciones y divertimientos mundanos, de las relaciones peligrosas con las personas, particularmente si son de diferente sexo. ¡ Cuántos por haber gustado de las cosas mundanas fueron víctimas del pecado y del vicio, y, consiguiente– mente, perdieron el gran tesoro de la gracia y de la vo– cación! Vivir en el mundo hasta que llegue la hora, pero sin pertenecer al mundo de los gaudentes.