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132 DR. P. PÍO M.ª DE l\ION"DREGANES, O. F. M. CAP. tantes del país, se debe esmerar en observar las reglas de higiene comunes a todo país civilizado. 4. Conviene que el misionero sepa algunos princi– pios de medicina elemental, para los casos urgentes y ordinarios. Esto es mús recomendable para los países donde no se encuentran fácilmente los doctores y las medicinas más comunes. A las religiosas y los hermanos legos convendría te– ner el título de enfermeros, que serviría para los misio– neros y para las misionados. 5. Los misioneros que no son sacerdotes deben aprender algún arte u oficio para ser útiles a la misión. ¡ Son tantas las necesidades materiales a las cuales no pueden atender los sacerdotes por sus ocupaciones mi– nisteriales! En muchos territorios menos civilizados no siempre se encuentran personas instruídas y hábiles para ejercer las artes y oficios ... 6. La cultura física es útil en todas las edades, pero principalmente en la juventud. En los Seminarios y cen– tros docentes se da importancia a los deportes moder– nos, que tienden al desarrollo integral del cuerpo. Es también aconsejable a los jóvenes aspirantes, con tal que no sea con exceso y con pasión. Los deportes mode– rados contribuyen a la buena salud y al desarrollo de las fuerzas físicas. 7. Más útiles, y en muchos casos necesarias, serán la equitación y la natación, porque se verán en la necesi– dad de cabalgar largas distancias y atravesar ríos peli– grosos y anchos a nado. Casos hemos presenciado en los cuales algunos misioneros perecieron por no saber na– dar. Los paseos, las excursiones, la gimnasia, los juegos