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SEGUIDME.-VOCACIONES MISIONERAS 113 crificarnos, que cooperar, que trabajar por las misiones. Todos debemos, de un modo o de otro, cooperar a la dilatación del Reino de Dios. Todos debemos exclamar: A el venial regnum tzmm (5). Y en este sentido, muy lato e impropio, podernos decir que todos tenemos vocación misionera. Me parece que sería mús exacto afirmar que todos debemos tener espíritu misionero. , 2. Vocación misionera en sentido estricto.-La vo– cación misionera es el acto por el cual Dios llama a de– terminadas personas al apostolado entre los acatólicos, o sea es el ejercicio del apostolado en alguna de sus formas en tierras de misión. Los operarios evangélicos que trabajan en el campo estrictamente misional pueden ser sacerdotes, religiosos y seglares. "Esta vocación mi– sionera puede coincidir en un mismo sujeto con la voca– ción sacerdotal y la religiosa. Puede uno tener vocación de misionero, y no de sacerdote, y al revés. La vocación misionera nos la imaginamos más plena en aquellos que han recibido las Ordenes sagradas; pero no por eso deja de ser auténtica la vocación misionera del hermano o religiosa y aun del seglar, aunque carezca de la dignidad sacerdotal" (6). Los heraldos del Evangelio que consagran su vida al apostolado en tierra de misiones, ¿ tienen necesidad de una vocación misionera especial? ¿ Tienen que ser llama– dos por Dios para ese apostolado de propagar la fe y plantar la Iglesia por todo el mundo? ¿ Se da la vocación misionera especial en los misioneros auténticos que tra- (5) Matl., VI, 10. (6) l\L LAGUAnrHA, La 1Jocación misionera a la luz del Nuevo Tes– tamento y de la Teología, en Misiones Extranjeras. Burgos, julio-di– ciembre 1944, pág. 40.

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