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92 DR. P. PÍO M.ª DE l\IONDREGANES, O. F. M. CAP. Por su dignidad y por los poderes especiales la figura del Obispo aparece desde los principios del cristianismo revestida de particular reverencia y dignidad. Spiritus Sanctus posuil episcopos regere Ecclesiam Dei (5). Sus poderes y competencias están determinados por el Derecho canónico. Los Apósloles predicaban el Evan– gelio en diversas regiones del mundo y ponían Obispos para regir las nuevas cristiandades. El episcopado es la corona del clero; éste sin aquél sería como un ejército sin general. Por esto una de las mayores preocupaciones de los Papas en todo tiempo es poner Obispos que pue– dan regir la Iglesia de Dios en la parte que se les confía. Como los sacerdotes indígenas salen <le los cristianos convertidos o de familias católicas, de semejante manera los Obispos se escogen <le entre los clérigos que sobre– salen por sus virtudes y cualidades de gobierno. Luego que en un territorio existe personal idóneo y snficiente para gobernar las cristiandades, debe tenderse, con la debida solicituu, a la formación de la Jerarquía eclesiástica. Que los fieles y sacerdotes sean gobernados por Obispos del mismo país, con omnímoda sumisión al Sumo Pontífice. Por esto en los últimos tiempos se ha establecido la Jerarqía indígena en el Japón, en la India, en la China y en varias regiones de Africa. (5) Act., 20, 28.
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