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CAPÍTULO X DEL CLERO INDIGENA Como hemos dicho, no bastan los simples fieles para formar una Iglesia autóctona, es indispensable el clero indígena. Entendernos por elero indígena los sacerdotes nativos del país, aunque, por condiciones especiales de los territorios, sean de distinto color, lengua y raza. La Iglesia no puede existir sin sacerdotes que administren los sacramentos y ministros que ejerzan las funciones sagradas. Por la importancia de este elemento y por la insistencia con que la Iglesia, en los últimos tiempos, exhorta a su formación, vamos a tratarlo detenidamente. 1. Necesidad del clero inclígena.-a) La primera ra– zón por la cual se demuestra la necesidad del clero in– dígena procede del fin específico de las misiones. Estas se ordenan inmediatamente a la constitución y exten– sión de la Iglesia en los nuevos territorios de una ma– nera estable y definitiva. Esta finalidad no se puede ob– tener mientras no exista allí el clero del propio país. En otros términos, la catolicidad etnológica y etnográfica de la Iglesia no se puede realizar establemente sin el clero propio de la región. b) Por razón del misrno apostolado. Porque los mi– sioneros extranjeros serán necesarios para iniciar la