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EL LIBRO DEL ~,IISIONEHO.-··Sll AC'!T.\CIÓN APOSTÓLICA fJ7 la historia de esos cristianos separados. La división causa escándalo en los no cristianos y diYide las fuerzas de la única Iglesia de Cristo. Según estadísticas muy aten– dibles existen 175 millones de cismáticos orientales y 210 millones de protestantes, divididos en muchas sectas, contra pocos mús de 0 100 miíllcnes de católicos. La Iglesia, por medio de los misioneros, abre sus brazos para atraer a los Hermanos que viven fuera del redil. Trabaja para que cuanto antes regresen a la casa paterna, de la cual, como hijos pródigos, un día desgracia(lamente se ale– jaron. Pero la tú clic a de los misioneros no debe ser la misma para con lodos. a) Dificultades y táctica para el apostolado entre las lglc.,ias Orientales. 1. Dif'icu!ladcs cloymáticas.-~Las diferencias dogmú– ticas mú.s notables versan acerca de la Trinidad, la Pt>r– sona de Cristo, la Inmaculada, el Primado del Romano Pontífice, la Teología sacramental. Cierto que en lo que pertenece al dogma la Iglesia católica no puede cedee. Por tanto, es necesario probarles y declararles que las verdades dogmúticas no cambian y son iguales para todos los cristianos sin distinción alguna de razas, co– lores o lugares. 2. Dij'icultacles litúrgicas.-La Santa Sede no pone obstáculos para el regreso a la unidad en lo que se re– fiere a la liturgia. Permite que cada una de las Iglesias conserve sus privilegios, sus tradiciones, sus leyes, sus ritos, sus ceremonias y su culto. Basta lllle nada se opon– ga al dogma ni a la moral. De hecho, a casi todos los