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ta de la falsedad dd Corún y del seudoprofeta. f) Para Ilcgai· a lrr cmwcrsión completa y al haulismo hay que remover también lüs obstáculos externos. La conversión al cristianismo supone un conjunto de obstúculos difí– cilmente superables, porque la conversión se considera como una apostasía del Islam y Yienc sancionada por las leyes políticas, o, por lo menos, castigada por el co– mercio, el empleo, la herencia, la venganza social, de tal modo que el convertido t1uc pcnnanece en el campo nmsulmún se ve reducido a la miseria. Las razones rf'– ligiosas, históricas, legales y sociales explican la difi– cultad de las conversiones. g) Para que el convertido persevere y le sea llevadera la prúctica de la vida cris– tiana lo mejor es separarle del campo nrnsulmún y hacerle vivir en las regiones o zonas ealólicas. Pero to– dos conocen que no es posible siempre la realización. Por una pnrle, no lodos licuen fuerza y enngía para de– jar la familia y romper los vínculos de varen lela, amis– tad, ele.; y, por otra, no siempre se pueden tener los medios d(' vida necesarios para habitar en otros luga– res distantes y en otros ambientes muy distintos. La oposición de los musulmanes al cristianismo en la actualidad no es tan rígida como en otros tiempos. Es más mitigada especialmente en el Pakistún, en Mala– sia, Birmania e Indonesia. En lucha contra el comunis– mo ateo y materialista no es imposible obtener una alianza entre musulmanes y catú}ieos, que creen en la existencia de un solo Dios verdadero y una vida fu– tura (4).