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34 DR. P. PÍO l\I.ª DE l\lONDREGANES, O. F. l\I. C_A_P_.__ iidem pro/cciuri swzt, omnia in irritum cculeni, nisi gra– tia Deus s1w in/idelimn letigeril unimos molilusque ad se traxerit (10). Es necesaria la gracia actual por nna iluminación interna, o por medios externos, para llegar a conocer suficientemente la fe sobrenatural, y la ayuda suficiente en la voluntad para abrazarla. Al que hace lo que puede y observa la ley natural Dios no le niega la gracia, según el axioma teológico: Facienli quod cst in se, Deus non clencgat grntiam. Dios le darú las gracias actuales necesarias para que, correspondiendo a ellas, tenga la posibilidad y suficiencia para llegar a la gracia sntificanle o a la justificación. Dios quiere la sal...-ación de lodos y a ninguno niega los medios necesarios. Pío IX, en sus Letras Encíclicas del 10 de agosto de 18G:3, cscl'i– hiú: Nolllm nobis uobisquc est eos qui invincibili circa .rnncl1ssimwn noslram rcligioncm ignorantia laborant, qui¡1pc legem ncrluralem ejusqw prneccpta in omnillm corclilms a Deo insculpta sedulo servantrs ac Deo obe– dirc parati, honestam rectamque vilam agiml, posse clivi– nae lw:is el gratiac operante uirlute, actenwm conscqui uitam (11). 2. Ocasiones de conucrsián.-Los motivos próximos que han servido de causas ocasionales para determinar las conversiones pueden ser muehos. Unos serún eomu– ncs, otros individuales; unos internos, otros externos. La gracia puede excitar cuando menos se piensa. Dios ohra por medio de las causas o motivos que quiere. Pued"' uno mo,;;erse a ahrazar la fe por medio de la predica– ción; por las lecturas de buenos libros; por el ejemplo de los buenos; por las instrucciones de los catequistas, \10) Rernm Eccl., 28 ele febrero de 1926, AAS, t. 18, 1926, púg. 69, (11) nrn::inu. B., Encliir. Symb., núm. 1677.