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EL LIBRO DEL MISIONERO.----su ACTUACIÓN APOSTÓLICA 173 duístas, que en estos momentos de actividad desbordante y libre hallan múltiples ocasiones de manifestarse cla– rame1llc' en contra de los planes misionales de la Iglesia católica" (16). Japón.---El .Japón tiene una fachada exterior deslum– brante por su cultura intelectual y material; pero, si consideramos el aspecto religioso, su progreso no es tan brillante. El sintoísmo, antes de la última guerra, se había convertido en un sincretismo laico, el cual, más que una religión, era una institución política que, por medio de fiestas celebradas por especiales funcionarios, bonzos y sacerdotes sintoístas, estimulaba el sentimiento patriótico y la devoción filial al Emperador. Desde el año HH7, con la nueva Constitución impuesta por los americanos, el Japón acepta la <krnocracia y camina sin rumbo cierto. Desde 18(i8 en el Japón se ha iniciado un período nuevo en el cual han pululado nuevas sectas de carúcter sintoístico, hudístico y aun parcialmente cris– tiano. De tal modo se han multiplicado, que son muy pocas las personas que esencialmente sigan la misma religión. Los japoneses modernos, despuc'·s de la última guerra, han abierto la puerta a todas las religiones y piensan en un nuevo orden de cosas para conseguir la paz, la abundancia, la alegría y la felicidad. Mientras tanto, el comunismo, aprovechando la oca– sión de la miseria <lel pueblo y del malestar posbélico, le ofrece la igualdad, la 2bun<lancia y el progreso que compense el odio de clases, la violencia, la opresión ... Las religiones paganas del .Tapón pasan por una cri– sis profunda; las religiones cristianas, protestantes y ca- (16) Cfr. P. L. LoPETEGUI, S. J., Panoramas misionales posbéli– cos, púg. G!l, Bilbao, 1949.