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172 _____DH. P. PÍO M." DE MONDREGANES, O. l'. 1\I. CAP. __ _ Hamakrishha y sus secuaces han repudiado todo lo que de bello contienen los Vedanta y han iniciado un moderno hinduísmo sincrl:tico. Entre los intelectuales que han estudiado en Europa o América hay muchos agnósticos y ateos humanitarios. Otros caminan hacia el comunismo de l\IarK (rn). Después de cuatro siglos que San Francisco Javier imprimió sus huellas en el país de la India y de los esfuerzos que han realizado multitud de misioneros de muchas Ordenes o Institutos, una masa de 380 millones de habitantes continúa todavía en el apego a sus dioses. Los cultos han sentido mús la in– fluencia del cristianismo, pero han reaccionado diver– samente. Uno de los hindúes más conocidos fuera de la India, por sus obras y !)()r su doctrina toda especial, es el Dr. Hadhnkrishnan, vicepresidente de la Hcpública indiana (14). A pesar de tantas invasiones como exis– tieron en la India, dos religiones preponderantes han permanecido separadas y hostiles: el islamismo y el hin– duísmo (15). Del porvenir religioso y político de la India no es fácil profetizar. Hay opiniones muy opuestas acerca de problemas fundamentales. "La impresión pesimista aflo– ra fúcilmente en el ánimo y en las palabras de los aman– tes de las misiones católicas al hacer el balance de las fuerzas, de las tendencias y de las posibilidades de ac– ción innwdiata de las numerosas organizaciones hin- (13) Cfr. P. l\Luuo E. J\IonAELLI, ll mondo non cristiano, púg. 127, noma, 1954. (14) Cfr. E. ÜATHIEn, S. J., Un aspect de l'llindouisme modernc lfodlwkrislmon, en Stuclia Missionalia, Pont. Univ. Gregorianae, t. \'II, púgs. 3GS-:l90, Horna, 19f,3. (15) Cfr. P. CYnILLUS B. PAPAL!, C. D., 1Iincl11ism11s, vol. I, púg. 8, Homa, 1953.

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