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168 DR. P. PÍO M." DE l\IONDREGANES, O. F. M. CAP. te, un obstáculo para la propagación <le la fe cristiana. Si fuera sólo un simple movimiento nacionalista val– dría la pena de someterlo a un examen crítico; pero ni en la doctrina ni en los procedimientos puede aprobarse. Por esto se c01nprende que el Arzobispo de Nairobi y el Obispo Nyeri excomulgaran a todos los adherentes. La rebelión en el Kenya no estú todavía liquidada. El 2,1 de noviembre de H)5,1 publicaba L'Osseruatore Ro– mano que habían intentado incendiar el hotel europeo Salishury, situado a poco más de un kilómetro del cen– tro de la ciudad. Lo que domina hoy en Kikuyu es un bandolerismo terrorista, al cual han contribuido viejos rencores, el espíritu de venganza y el sectarismo anti– cristiano. Los misioneros de la Consolata de Turín han tenido ya varias víctimas (6). En Africa del Sur los conflictos raciales son trági– cos. El Dr. Daniel Francisco 1\Ialan es un blanco de setenta y ocho años de edad, protestante educado en Utrecht, descendiente del grupo de los inmigrados fran– ceses hugonotes, representante intransigente de los vie– jos boers, que defiende cnérgicamente'la separación de grupos raciales, el desarrollo independiente de negros y blancos, viviendo cada uno en su puesto separado y en la propia esfera. El sistema de .Malan ha sido muy criti– cado, dentro y fuera del territorio, y no es una solución católica del problema racial. Uno de los ataques más fuertes e insistentes proviene de la India y del Pakis– tán, porque el sistema de separación perjudica a los intereses de unos 360.000 indios, concentrados la mayor parte en Natal, donde constituyen una pequeña comu- (6) Cfr. P, PELLEGIUNO, oh. cit., pág. 822.