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.~~~. __DR. P._ PÍO M.8 DE M0~WREGANES, O. I'. M. CAP. En Asia, donde habita la mitad del género humano, el comunismo se aprovecha del ambiente favorable. Des– pué'l de dominar toda la China intenta penetrar también en l\Ialasia, Birmania, Thailandia, Pakistán, India y Céilún (4). El Vietnam (Indocbina) ha recibido un tremendo golpe con la última guerra. Sobre los frutos de un tra– bajo apostólico de tres siglos pesa la amenaza de una completa ruina. Las hordas comunistas del Vietminh van ganando terreno y sembrando el pánico en la gente de orden. l\Iasas de gentes emprenden el éxodo hacia las regiones meridionales, sin que los comunistas puedan contener la fuga. Como siempre, la persecución se ejer– ce principalmente contra sacerdotes y fieles. El Viet– minh pone en acción la radio, ]a prensa, los manifiestos murales, las escuelas marxistas obligatorias, la confis– cación de bienes, el aislamiento de los misioneros y de los cristianos, y otros medios diabólicos para hacer des– aparrcr-r las cristiandades. Se repite la historia de la China (G). Las G5 estaciones de radio comunistas difun– den desde la Rusia por todo el mundo el odio contra la religión en G2 idiomas diferentes (6). En el territorio dominado por el Vietminh se impone el programa mar– xista obligatorio en las escuelas (7). Profundamente conmovido el Cardenal Spellman por los sufrimientos de los cristianos que padecen persecu– ción dctrús de la cortina de acero y de bambú, les diri- (1) Cfr. Y. CAnn1uo, S. J., La riuolta nel Medio Orienle, en Gen– tes, junio de lfl52, págs. 179 y sigs.; A. FnEITAG, S. V. D., Die Neue Jiissionsiira, púgs. 46 y sigs., Steyl, 1953. (5) Cfr. Clero e Missioni, núm. 2, Hl54, pág. 116. ((i) J. Gornunu, El problema misionero, pág. 37, Madrid, 1950. (7) Cfr. Agenzia Fides, 18 de diciembre de 1954, núm. 1