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1/iO DR. P. PÍO ~r.• DE MONDREGANES, O._ F._ ~I. CAP_.____ Los misioneros protestantes no se olvidan de los paí– ses católicos, y dirigen sus esfuerzos a Italia, Sede del Pontificado, para hacerla-dicen ellos---más consciente de su misión, 1nús moral, más culta, sin Vaticano, sin Papa, sin Cardenales, sin Obispos, sin sacerdotes, sin escuelas clericales, sin conventos (1,1). Las misiones protestantes entre los cismáticos orien– tales han aumentado la división que reina entre aquellas Iglesias, añadiendo una Iglesia armenia ele tipo congre– gacionalisla, un obispado anglicano, un sínodo presbi– teriano, ele. (15). Los protestantes se ocupan de los numerosos judíos que se encuentran esparcidos por los países donde do– mina la Reforma. En 1809 se formaba en Inglaterra la Church l\Iission lo .Tews, que extendía sus misiones a Alemania, Holanda, Polonia y Rumania; en 181~5 surgía la "'London City l\Iissions", que se ocupaba de los judíos de Londres; en 18-12 la British Society for the Propa– ga lion of lhe Gospel among the Jews, que atendía a los del Próximo Oriente. Con el correr del tiempo se han aumentado estas sociedades protestantes hasta la cifra de 200 (Hi). Tampoco los protestantes han abandonado a los musulmanes, si bien confiesan que es muy difícil aproximúrseles; sin embargo, Robinson dice que se han heeho unas -10.0G0 conversiones entre los mahometanos de la India, de Java y de Smnatra, pero muy pocas en otras partes (17). Según una estadístka del 1037, el Protestantismo con- (14) CnIVILLEHI, oh. cit., púg. 67. (15) ldcrn, púg. 68. (16) CnrvrLLERI, oh. cit., pág. 70. (17) Idem, p.:íg. 70.