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C.\PÍTULO XIX EL PROTESTANTISMO l. Actividad misionera entre los Protestantes. 1\Inchos autores escriben que la Seudorrefonna, en los dos primeros siglos de su existencia (siglos xv1 y XVII), no se dedicó a las misiones porque algunos de sus partidarios opinaban que el período misionero en la Igle– sia había terminado con la predicación de los Após– toles. El llamado teólogo del luteranis1no, Juan Gerhard (t 1637), decía: Manclalur pracclicamli Euangelium in loto terrarmn orbe ... cmn apostolis clesiit (1). Por otra parte, la doctrina de Calvino sobre la predestinación absoluta hacía las misiones absurdas. Escribe a este pro– pósito el P. Juan 1\Iaría, O. C. D.: ''Ciertos teólogos, y aun algunos destacados cultivadores de la l\fisionología, han afirmado, sin prueba suficiente, que hasta el mo– mento del establecimiento de las Sociedades Misioneras Protestantes independientes en Holanda, Inglaterra y Alemania no se había hablado entre los protestantes de actividades misioneras, ni siquiera de la teoría de las misiones... ". Estas afirmaciones son, ciertamente, muy (1) J. GmmAnn, Loci Theologici, Locus 24 (Tubinga, 1774), pág. 13, 220.