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130 DR. P. PÍO :i\I.ª DE MONDREGANES, O. F. M. CAP. progresista, que proclmna la igualdad <le derechos entre el hombre y la mujer; predica una libertad más am– plia; quiere separar la religión coránica de la política: admite sincrclismos religiosos y elementos extraños al Islam 0). Otra tendencia rígidamente conscruaclora, que quiere mantener pura la lradición y resiste a ciertas in– novaciones modernas. Esta tendencia es patrocinada por el partido llamado Fralcrniclacl Musulmana. Las últimas perturbaciones políticas de Egipto son debidas especial– mente a la unión de los Hermanos l\Iusulmancs, que se oponen a las reformas iniciadas por Naguib, y seguidas luego por Nasser, que fué objeto de un atentado por parte de aquéllos. Los Estados musulmanes comprenden que en la eli– minación de las disensiones político-religiosas está la fuerza del mundo islúmico y procuran conservar la tra– dición, unirse estrechamente y formar la Liga Panis– lámica. No existe la paz verdadera en los países árabes. El barniz exterior del bloque unitario árabe esconde riva– lidades y compe licioncs agrcsivas (5). La variedad de opiniones impiden realizar una federación eficaz y de grnnd~s proporcio11es. Los musulmanes son monoteístas y adoran al ver– dadero Dios, honran a .Jesucristo como un gran Profeta; veneran a la Virgen María, su l\Iadre, entre todas las mujeres; admiten otras muchas verdades reveladas que les aproximan rnús al catolicismo que a las corrientes materialistas y alcas modernas. Por esto, entre los hom- (4} i\looAELLI, ob. cit., pág. 219. (5) Cfr. Gentes, púgs. 723 y sigs., enero de 19fi4.