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CAPÍTuLO XVIII EL ISL4.111ISMO El islamismo es una de las religiones más fuertes y tenaces. Con admirable rapidez se ha propagado y sos– tenido, particularmente en los países de lengua árabe. Es un bloque religioso de un dinamismo sorprendente. Por mucho tiempo fué una terrible amenaza para las naciones occidentales de Europa, que supieron resistir con fortaleza a la invasión musulmana. Una de las ba– rreras que más se oponen a la penetración de las mi– siones católicas es el mahornelismo fanático. En las regiones donde él ha dominado los misioneros católicos encuentran un muro casi impenetrable. El islamiento ha tenido muchas sectas y tenden– cias (1). En estos últimos años ha ido transformado no poco sus costumbres y modos de pensar (2). Poden10s decir que el islamismo actual sufre una verdadera cri– sis doctrinal y práctica (3). Actualmente en casi todos los Estados árabes, y es– pecialmente en Egipto, se notan dos tendencias: una (1) Cfr. MARIO ::\[oDAELLI, il Mondo non crisliano, púg. 216, Ro– ma, 1954. (2) Cfr. l\lonAELLI, loe. cit. (3) Cfr. A. PERBAL, O. l\I. I., Essai sur la crise actuelle ele l'lslam, págs. 243-281, en il1issionswissensclwftlicl1e11 Stuclien. Aachen, 1961.

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