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122 DR. P. PÍO M.' DE MONDREGANES, O. F. M. CAP. Este proyecto de fundar un cuerpo de médicos auxilia– res de las misiones, ligados con votos temporales o per– petuos, es muy útil. Es necesario proceder con pruden– cia, a fin de no comprometer el éxito. En Roma, Madrid, Barcelona, París, Lovaina, Nime– ga, \Vürburg (Alemania) y otras ciudades se dan Cur– sillos para misioneros y misioneras, a fin de aprender las cosas más necesarias para suplir la falta de médi– cos profesionales. En estos últimos años se han funda– do Sociedades para enfermeras, médicas, por ejemplo, la fundación por Anna Dengel en 'Washington en 1925, Medica! i\Tission Sislers, y otra en Irlanda, Medical Mis– sionaries of Mary. 4. Obras sociales.-La vida de la sociedad moderna es muy compleja. La civilización de algunos pueblos ha progresado enormemente. En algunos territorios de misiones la civilización es muy primitiva o está retra– sada. Es necesario aumentar la industria, el comercio, la navegación marítima y aérea, la agricultura y otras mu– chas obras de índole social. En los territorios de n1.isión generalmente se presen– tan los mismos o parecidos problemas que se agitan entre nosotros en las naciones modernas. Las cuestio– nes sociales no se deben descuidar. El misionero debe procurar que esas cuestiones se resuelvan con los sanos principios cristianos explicados en estos últimos años por los Sumos Ponlífices desde León XIII para acá. La Acción Católica podrá ayudar en este sentido a los misioneros.