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EL LIBRO DEL :'IIISIONERO.-STJ ACTUACIÓN APOSTÓLICA 105 es un medio eficacísimo de preservación de los males y de adquisición de las virtudes. 4. lnslmcción catequ.ística.-La instrucción acerca de la doctrina cristiana que se debe dar a los convertidos a la fe católica, antes o después del bautismo, puede ser muy variada en cuanto a la forma y a la intensidad. Puede verificarse en sistema mixto de ambos sexos o separadamente a hombres y a mujeres; para niños, jó– venes y ancianos. A manera de internados o al aire libre. En grupos numerosos o pequeños. La duración es tam– bién muy variada: de tres meses, de un año o de más, según lo exijan las circunstancias. Todos esos pormeno– res, en la práctica, pueden ser determinados por los mi– sioneros, de acuerdo con los Ordinarios. Lo que importa es que la instrucción sea suficiente y sólida. Se puede hacer toda antes del bautismo o tam– hién proseguir después hasta que los convertidos estén debidamente instruídos en los deheres que tienen como cristianos. Todos están de acuerdo acerca de la necesi– dad de la preparación e instrucción religiosa; pero en lo que se refiere a la duración o grado de perfección hay diversidad de opiniones. El que debe determinar el modo, el lugar, el tiempo y el grado son los Prelados, de acuerdo con los misioneros. Cuanto mejor formados y acostumbrados a las prác– ticas religiosas estén los convertidos, mayores garantías de perseverancia ofrecerán para lo futuro. Dejamos ahora todas las vicisitudes por las cuales ha pasado la catequesis en la historia de la Iglesia, par– ticularmente en la instrucción de los adultos para la recepción del bautismo. Actualmente en los países ca– tólicos se acostumbra a bautizar a los niños a los pocos