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VI 1Vo tr'níanws 11,11 libro en que, de una forma crítica !I metrídico, formando un cuerpo rl<' doctrina compen– dioso, pcrn su(il'ientenu'nte arn¡ilio !! co111¡1lclo, se c:J,'– ¡msiernn los principios y leyes f1111drurwnt.alcs del Apos– tolculo Crislirrno: sn clesenvofri111ie11to a /m1'és del /iem– /JO !I del r'sp11cio,' s11, actiw1 desarrollo; I'! snjl'ln, objeto ?I fin de este ..:1postolado,· los 111f'dios de q11e ha <le 1·a– lcrse; las dificultaclrs q11c ha di' n·11ccr; la tolo/¡m·ar·úín 111w por parte dr: los fieles e:rige; c11n11/os ¡irn/Jlemas, en fin, con él se relacionen; pues todo ello cons/,ituyr: el objeto material de 1n Misiri1wlouío, 1'11 sn más ampli•'l acqJción, !I es prPciso qne 1'0110,cca 1¡11ie11, como el sacer– dote, ha de poseer nna regular r·ultura misionnl. Así lo rc1¡u.icrc la importmu·io grande q1u· los f,,'st11dios 1\,fisio– nalcs suponen en la formación sa1·1·rdotal, ta11/,o desde d punto di' 1 1 ista cwntifico como dl'sric el punto ele rista práctico. No es nuestro intento cncrzrc1·u aquí la importancia 11 ntilidar/ dd estwlío de la M1siu11ofogia II este H's¡icc– lo,' lo cncunlranín los lectores m11¡¡ ar:crtadamente e.r– ¡mesto e11 el ca])itnlo correspondiente de l'stc Manual. Pero sí q11crc111os consignar. con el r·mincntc misionó– logo italiano G. B. Trogclla, que «desde el ¡wnto de Pista cirntifico no lw?f duda qu,. 1111 es/11din ?I 1111 cono-– cimiento profimrlo de /,orlo el r·o111plejo del problema misional acarrea a la ciencia, 1111111 ¡ia rtinllannente a la Teología, una rnntidad tan grand<' de 111atrriales 71 Pilalidml, que ha sido posihle la const'illu:ión de la Mí– sionología como nna nrnrn separwla de la ciencia teo– lógica» No hay más que c,rnminar, siquiera. sea some– ramente, las relaciones q uc la J1isiono/ogía tiene con las diversas disciplinas tcológi/'(/s: 1·011 la Dogmática, la Bscritura, la Jforal, el Dcredw, !I de 1111a manera especi.aftsima con la Ilistorin J~desiástim y con la Apo– logética, para comprender la utilidacl unrndísima que éstas reportan de wru.élla ¡¡ la im¡mrtancia que, JJor consig11iente, tiene la Misionolouía en la forma<'ión cien– tífi.rn del S!lccrdote, como complemento utilísimo de lo., estudios teológicos, Desde el punto de rista prácti('() es mayor, si cabe, la 1itilidacl q1ie el sacerdote pvcdc reportar del est11dio de los diversos aspectos del problema misional. El sacerdote, en efccto, por el mero hecho de serlo, está