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NOCIO:>;ES PHE:Lll\IINAIWS. - L\ MISIO.KOLOGL\. EN ESPA1'1A 21 sohre la Bihliograffa, la Historia, l:1 Estadística misionales, y 110 Liltan algunas importantes ~obre la Etnología y las RPligiones compa– radas. ~ o hay rama de la l\fisionolo:;w que, con mayor o menor profun– didad, no se haya estudiado en lo quP l!h amos de siglo. No aducimos aquí los nutores, porque en el decurso del libro los iremos citando oportuna– mente en la bibliografía particular de cada cuestión. Si a todo Psto aíiadimos las nunwi osas revistas que en las principalC's lPnguas se publican sobre asuntos misionalPs, nos podremos formar una idea del gran mm·imiento misional moderno Pn ,,¡ urdPn literario (78). No Pbstante, f'S preciso confrsar que faltan tmlaYía obras de conjunto que sin– teticen completamente esta ciencia; pues si bi(•n se han escrito algunos :\fanuales con PSP intento, ninguno de ellus aharca la 1.\1isionología en toda su extensiún, sinn quP n,ncn'tan Pxdu,ivampnte a tratar algün ramo especial. 12. La Misionología en España.--España, cuya historia mi– sionera no ha sido superada por nin:;.::;una otra nación, ha sido también la maestra en la ciencia de las misiones. Hemos visto el impulso que dieron a los estudios misiunológicos y a la formación di'. los misioneros en b Edad 1\fnli;1, las tn·s 1..;randes figuras San Raimundo de Peñafort, Raimundo ::\fartí y Raimundo Lulio (79). Se nota en esta época la tendencia a la sistematización y a ser– virse de la Filología, de la Filosofía, de la Teología y Ciencias Naturales para la conversión dP lns infieles. Sería inoportuno com¡wndiar la numerosísirna bibliografía dP Misionología práctica sohn' cuestiones c:rnérnicas, morales y pas– torales que se dió a luz, tanto en España cuanto en sus colonias, en aquella época gloriosa. Nos contentamos con seleccionar algu– nas: Bartnlomé de Las Casas, O. P .. A7.•isos y RcRlas para los confesores ... que son o han sido en cargo a los indios, Sevilla, 1552; José Acosta, S. J., Instrucción para los que se embarcan y 7.•ienen a, Indias, Ms. 1589 (80); Ff'fnando Zurita, Enchiridium de rnestfones teolóf.('icas en Indias, 1\Tarlrid, 1586; Diego Vala– dés, O. F. l\L, Retórica cristiana, Pernsn, 1579; José de Cara– hantes, O. F. 1\1. Cap., Práctica di' Misiones (81). ·Estas y otras mil sirvieron de norma y gnía a los nunwrosos misioneros Pspa– ñolps que por aquellos tiempos trahajaban en América española y en las islas de Oceanía (82). (78) Cfr. B. ARENS, S. J., Harullmch der lrnth . . mss., :340.:,.12, Frelburg, 1925. (79) Cfr. J. GAHRIDO, O. P., S. Baimundo rle y /ns misioneros del sir¡lo XIII, en Biblioth,-ca Hisp. Miss., t. II, p. 241-265. (RO) Cfr. R. STRE!T, o. c., t. I, p. 104. (81) Cfr. Analecta Ord. .1lin. Cap., Hl27, t. XLIII, p. 205·216; Illuminare, cola. hnraric\n científica dl' la .\FEME, HJ;l5, CC'CI-CCCXVI. (82) Cfr. C. MORCILLO, Apuntes de la de la Misiologfa en España. en Bibliotheca Hisp. Miss., t. II, p. 25-47.

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